Montagnier fue uno de los descubridores del virus que causa el
SIDA, hace ya 25 años. Cuando recibió el Nóbel de medicina, anunció que,
con apoyo económico, en tan poco como 4 años podría estar lista para probarse una vacuna terapéutica contra la terrible enfermedad.
Este anuncio, de parte de uno de los descubridores de la enfermedad y ganador del premio Nóbel de medicina, no es poca cosa. Si bien hay muchos investigadores trabajando en vacunas contra la enfermedad, incluso basándose en
diferentes investigaciones, esta noticia es alentadora incluso para los que
ya han sido contagiados por el VIH (virus de inmunodeficiencia humana).
Quien recibió la otra “mitad” del Nóbel de medicina fue Harald zur Hausen de la Universidad de Dusseldorf, por su trabajo con el
cáncer cervical. Este es el segundo tipo de
cáncer más común en las mujeres. Gracias a su investigación sobre el
Virus del Papiloma Humano (VPH) se pudo lograr una
vacuna para evitarlo.
El premio Nóbel, además del reconocimiento, incluye un premio en dinero efectivo que este año será de 1 millón de euros por ganador. El monto no es fijo porque depende de cuánto generen los fondos de inversión de la fundación para el premio.